17.9.13

Las partículas subatómicas

Una partícula, una parte pequeña. De materia, de palabra. Las partículas hoy ya no son lo que eran. Están allí, indudablemente; pero no tienen materia, ni realmente "están". Hay cosas que suceden en el nivel más allá de microscópico que cuestionan las leyes de la física. Hay partículas de la lengua que crean palabras, todos los días. Hay guiños, hay muecas sutiles que significan un mundo, y cuestionan los diccionarios.
Las partículas lo conforman todo, y al mismo tiempo nos atraviesan, huyen de nosotros, las transferimos a los otros, a lo otro. No nos pertenecen, no nos conforman. El límite entre un ser y otro no está definido: ¿qué son músculos, qué huesos, qué es piel? Un arreglo temporal de esas partículas. ¿Qué son palabras, qué frases, qué declaraciones? Pequeñísimas transferencias que establecen relaciones. Pero si las partículas no son, ¿las relaciones sí?
La materia y el lenguaje se entremezclan para formar estructuras, tejen hilos finísimos y frágiles que unen lo que nos gusta llamar "sólido". Tal vez también lo que nos gusta llamar "permanente" o "verdadero". La esencia de una persona en la propia piel, ¿no es la presencia misma de la persona en cuestión? ¿No es, al mismo tiempo, su ausencia?
Una partícula colabora con otra y otra y otra, y pretendo que me doy a entender, que me doy a existir. La vida parece tan sólida y al mismo tiempo es casi nada, tal vez una coincidencia. La nada en relación con otras nadas, crea algo. Nunca para, todo es movimiento imperceptible: construcción y destrucción simultáneas. ¿Cuándo esas nadas se vuelven significativas? ¿Cuándo los silencios? ¿Cuándo los no estares?
Una red de silencios y ausencias crean el manto en el que me cobijo esta noche. Pero al final de cuentas, lo que le da la cualidad definitiva a una red no es el entretejido, sino los huecos que contiene, que la contienen.
La poesía, al final de cuentas, lo es por ese sistema de silencios y de vacíos llenos de todo. Así como este cielo que creo mirar, así como el mar, así como este beso y tu cuerpo que nunca se toca porque es tangible, porque está allí en su ausencia.
Tú y todas las partículas subatómicas, estos morfemas despeinados, el olor del no estar, todo mi yo atravesándote en palabras, atravesándome en tus silencios.