22.9.09

Oh otoño

Había sido un día burocráticamente gris. No se puede, híjole, esa opción no está disponible, todas las líneas están ocupadas, espere en la línea, llene la forma tal para que le demos la forma bla bla bla... Los errores, definitivamente errores, de una juventud impulsiva se pagan cada cumpleaños. Hoy comienza el otoño. El principio del fin, dicen. Sin embargo, con la temporada devienen las mejores ciruelas, las mejores naranjas, el olor del pan de muerto, las flores siguen al sol, las nubes ceden su inmaculado tremendismo al azul infinito de una noche como ésta. Los parques aún son verdes, las blusas todavía de manga corta; pero el sol... allí está. Y cuando no, como en esta noche, puedo escuchar jazz en las luces de la ciudad. La literatura, como el buen tabaco que sostengo entre los labios, inunda mi respiración de este aire cristalino, tal vez nuevo.

2.9.09

Penélope contra la gravedad

Y sonó el timbrecito de los mensajes. Me doy cuenta que es la hora de recibir las noticias. Hoy me va bien, estoy trabajando duro, mis pensamientos parecen ir en la dirección correcta. Leo las noticias. La cosa siempre va mal. Pero eso ya lo sabía. Si tan sólo todo el optimismo que puedo acumular entre las promesas de lograr algo pudiera evitar esa maldita caída al vacío cada vez que me doy vuelta y le doy la espalda al futuro prometedor...