18.2.11

Relatividad

El tiempo es ese traidor que se escurre lento a mis espaldas, sin calcetines. Cuando volteo, ha pasado, y languidezco entre esperas y demoras enumerando nostalgias del futuro cuyo horizonte cada vez está más cerca, entre más lejos lo mire.

11.2.11

Auténtica Gramática para Misántropos.

Misántropo. Es aquél que, después de admirarse largamente -y aprobar casi
todo sobre sí mismo- encuentra que el resto de la humanidad a), es aburrida en
comparación con su inteligencia audaz y veloz; b), no podría enseñarle algo que
no supiera de antemano o cuando menos sospechara, o que le fuera útil de algún
modo; c), no es necesaria en función de sus actividades y anhelos cotidianos;
d), es de aspiraciones cortas o banas, y por lo tanto de puntos de vista vacuos,
superficiales o inexistentes; y e), en general aparenta ser más
feliz
pero porque vive engañada.

Así es que la Auténtica Gramática ha eliminado, por considerar innecesaria cualquier explicación y uso de esos elementos que la lengua empleada por un misántropo verdadero jamás echará mano, por ejemplo, la conjugación de los verbos en la primera persona del plural -es decir, nosotros-, la segunda tanto del singular como el plural -excepto en el modo imperativo, especialmente en los restaurantes- y la tercera del singular -él, ella, eso, usted.
Así pues, prácticamente se podría resumir que las conjugaciones estrictamente necesarias son la primera persona del singular -yo considero, opino, digo, juzgo- y la tercera del plural -ellos, pobres bastardos.
No será necesario incluir aquellos adjetivos para describir personas tampoco, porque el auténtico misántropo sabe cómo es y sus cualidades, aunque excelentemente descritas, siempre serán menospreciadas por los demás. Por si fuera poco, es totalmente irrelevante querer enumerar las cualidades de otros -acaso solamente con el propósito de enfatizar alguna carencia intelectual.