17.5.09

Ouróboros

Una mujer desnuda contempla cómo, alrededor, un dragón hermoso y maligno se devora a sí mismo con movimientos de quijada lentos pero definitivos. Se puede decir: de la destrucción proviene la luz. Se puede decir: la luz consume el material que la hace arder. Se puede decir también: del caos nació el cosmos. Y se puede decir que el cosmos no existe, pero tampoco el caos. Una mujer desnuda contempla cómo a su alrededor todo comienza y todo termina a la vez.