2.9.09

Penélope contra la gravedad

Y sonó el timbrecito de los mensajes. Me doy cuenta que es la hora de recibir las noticias. Hoy me va bien, estoy trabajando duro, mis pensamientos parecen ir en la dirección correcta. Leo las noticias. La cosa siempre va mal. Pero eso ya lo sabía. Si tan sólo todo el optimismo que puedo acumular entre las promesas de lograr algo pudiera evitar esa maldita caída al vacío cada vez que me doy vuelta y le doy la espalda al futuro prometedor...